Seguramente has escuchado sobre entrenamiento basado en ritmo cardíaco. Nos es algo nuevo. Sin embargo, no todos los runners sacan el máximo provecho de la tecnología que tienen a su alcance. Ya sea un monitor cardíaco en forma de banda, una app en su smartphone, o el poderoso reloj que sirve para mucho más que medir la distancia y el tiempo. En este episodio, Diego y Luis discuten todo lo que necesitas saber sobre entrenamiento basado en ritmo cardíaco.
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Este entrenamiento consiste en usar tu ritmo cardíaco como guía para trabajar tu cuerpo en diferentes zonas. Estas zonas son un porcentaje de tu máximo ritmo cardíaco posible. Son cinco zonas, y entrenar en cada una de las zonas tiene beneficios muy puntuales. El entrenamiento basado en ritmo cardíaco nos permite medir la intensidad de una manera objetiva y cuantitativa. Puedes saber con seguridad si el entrenamiento es suave cuando debes ir suave, y si es duro cuando debes ir duro.
Pero, qué son las famosas zonas?
Según el libro de fisiología deportiva que leas o el entrenador que sigas, cada zona pueda que reciba un nombre diferente e incluso no sean 5 zonas sino a veces 4 zonas.
Esta se encuentra entre el 50% y el 60% de tu máxima frecuencia cardíaca. Por ejemplo, si utilizas la fórmula sencilla y estimas que esta es 180, tu rango de entrenamiento en la zona 1 sería entre 90 y 108 palpitaciones por minuto. Este es el ritmo en el que sueles hacer el calentamiento antes de empezar el entrenamiento. También, es el ritmo con el que debes terminar cada entrenamiento por unos 5 a 10 minutos.
Según expertos, esta es la zona en que los runners deben hacer el 80% de sus entrenamientos. Incluso, si sigues al revolucionario entrenador Phil Maffetone, este porcentaje puede ser aún mayor. Se trata de mantener las palpitaciones por minuto entre un 60% y 70% de tu máxima frecuencia cardíaca. Se le conoce como la zona aeróbica popularmente y es la zona donde puedes recorrer más distancia y mantener una conversación.
Esta zona representa un nivel de esfuerzo moderado. Tus palpitaciones suben al rango entre 70% y 80% de tu máxima frecuencia cardíaca. No es fácil mantener esta intensidad, pero tampoco es imposible mantenerla por largas distancias. Aunque se está produciendo un poco de ácido láctico en tu organismo, no es suficiente para causar dolor en el momento del entrenamiento ni tampoco te obliga a detener el entrenamiento como sucede en otras zonas. En esta zona puedes hacer sesiones de más de 15 kilómetros.
Esta es la zona en que corredores con experiencia suelen correr una carrera de 5 kilómetros. Representa un 80% a un 90% de tu máxima frecuencia cardíaca. Muchos entrenamientos recomiendan hacer intervalos de 400 a 1600 metros en esta velocidad. Aquí, tienes la oportunidad de mejorar tu explosividad y realmente estas trabajando tus músculos del tren inferior de una manera poderosa. Ácido láctico se empieza acumular en tu organismo y suele doler un poco al tacto en los primeros segundos justo después de terminar la sesión. Cuando corres en esta zona 4, es difícil mantener una conversación y solo lo puedes hacer un par de palabras a la vez.
Esta es la zona que requiere de un 90% a 100% de tus palpitaciones por minutos. Es un esfuerzo máximo y atletas muy entrenados sólo pueden mantenerlos por 6 a 9 minutos. La mayoría de los runners, solo pueden mantener este ritmo por menos de 1 kilómetro. El sistema cardiovascular está siendo exigido al límite y la acumulación de ácido láctico en la sangre obliga al atleta a bajar la intensidad. No es una zona recomendada para atletas principiantes, ya que lesiones por carga ocurren. Espasmos musculares y desgarros son los más comunes.
Existen muchas formas de calcular estas zonas. Como lo dijimos en el episodio cada libro de fisiología deportiva tiene su propio método. Sin embargo, destacamos estos seis métodos para que puedas calcular tus propios números. Se dividen en dos grupos:
Una vez tengas claro cual es tu frecuencia máxima, simplemente debes sacar el porcentaje indicado de cada zona para llegar al número de palpitaciones indicado para cada entrenamiento basado en ritmo cardíaco.
Aquí encontramos las maneras más sencillas de encontrar tu frecuencia máxima cardíaca.
A manera de resumen, hemos hecho un ejemplo tomando a una mujer de 42 años de edad y hemos calculado sus 5 zonas de entrenamiento utilizando las tres fórmulas mencionadas.
Estas pruebas requieren esfuerzo, tiempo pero resultan un poco más exactas.
La idea de los artículos de soporte no es volver a decir todo lo que hablamos en el episodio. Sería muy largo y aburrido. Pero si quieres aprender más sobre entrenamiento basado en ritmo cardíaco escucha el episodio entero donde tocamos los siguientes puntos:
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